la cama era muy cómoda y el servicio fue muy atento y amable. a veces el área alrededor del hotel no se veia muy segura en la noche.

El servicio del personal, especialmente Nordin, fue excepcional y siempre dispuesto a ayudar. La ubicación es complicada y requiere caminar unos 20 minutos al centro.

Disfruté de una experiencia maravillosa como vegano. El desayuno ofrecía opciones frescas y deliciosas como fruta, pan, y mermeladas caseras, realmente un festín. Además, la atención del personal fue excepcional, siempre dispuesto a adaptar los platos a mis necesidades dietéticas. La decoración del lugar era auténtica y acogedora, y la terraza ofrecía un espacio perfecto para relajarse después de un día explorando. La piscina es ideal para refrescarse y escapar del calor de la ciudad.

El acceso a la ubicación puede ser un poco complicado, ya que se encuentra en callejuelas estrechas.

La habitación estaba bien equipada, con espacio suficiente para una familia y un ambiente acogedor. El interior del riad contaba con detalles decorativos que evocaban la esencia local.

La ubicación era un verdadero laberinto. llegar implicaba atravesar callejuelas estrechas donde la seguridad se sentía comprometida. Además, el dueño intentó obligarnos a pagar una habitación adicional a pesar de haber hecho una reserva que especificaba el número total de huéspedes. La limpieza también dejaba que desear. nudillos decepcionados en una piscina que no era más que una charca. El desayuno era limitado y no había opciones cercanas para comer, lo que hacía que dependieras completamente del menú del riad.

El lugar es pintoresco y limpio, con un ambiente muy relajante. La decoración es trayectos lujosos. Ideal para experimentar la cultura marroquí de forma auténtica y disfrutar de la terraza.

Las calles para llegar son un verdadero laberinto, ¡casi como un rompecabezas de callejuelas!

buena atención pero confusión con el acceso

La atención por parte del personal fue excepcional, siempre listos para ayudar y brindar información sobre la ciudad. Disfrutamos de un desayuno realmente abundante, con una variedad de sabores marroquíes que fueron un placer cada mañana. La terraza ofrece una vista espectacular del jardín, lo que hizo nuestras tardes mucho más agradables.

El acceso al riad era complicado, con muchas calles estrechas que dificultaban la orientación, especialmente al anochecer.

El lugar es bonito, pero las calles para llegar son un laberinto complicado.

Riad Alwane es un oasis de tranquilidad en el bullicioso corazón de la Medina. Cada noche, el té se sirve entre 17:00 y 19:00 en el patio o junto a la piscina, lo que hace que el final del día sea perfecto. El desayuno tradicional cada mañana es una delicia y la piscina interior es increíble para relajarse después de explorar.

A veces, la zona alrededor del hotel no se veía muy segura.

La atención del personal fue excelente y la piscina es ideal para refrescarse. La ubicación es complicada y poco segura en la noche.

La habitación tenía un ambiente tranquilo. La decoración tenía carácter y el patio era agradable. El desayuno fue completo. Intentamos comer en el lugar, pero nos dijeron que no había opciones sin previa reserva. Además, la conexión con los taxis fue muy útil, ya que el lugar estaba bastante alejado del centro. Uno de los días, el personal se mostró amable y nos ayudó a organizar el traslado. No había mucho alrededor, pero fue una experiencia que recordaremos.

Tuvimos problemas para comunicarnos sobre la reserva, ya que no hablaban español. La ubicación era complicada y daba la impresión de ser un lugar lejano. Muchas calles difíciles al caer la noche hicieron que llegáramos incómodos. Algunas habitaciones parecían pequeñas, y encontré que el ambiente no era tan cómodo como esperaba durante la noche.

experiencia mágica en un riad encantador con un desayuno real que nunca se repite

Riad Alwane es un lugar encantador, escondido en las pequeñas calles de Marrakech. Cada mañana, disfrutamos de un delicioso desayuno variado, mientras nos empapábamos de la esencia marroquí. El personal es increíblemente amable y servicial, creando un ambiente cálido y acogedor. La habitación era cómoda y bien equipada, y la terraza es perfecta para relajarse después de un día explorando la ciudad. Sin duda un lugar para volver.

Riad Alwane es un refugio agradable y tranquilo en el bullicioso corazón de la Medina. El desayuno es excepcional, con una variedad de panes, pasteles y deliciosas mermeladas, servido en un entorno acogedor. Además, el personal es amable y servicial, proporcionando un mapa local para orientarse mejor por la zona y ayudando cuando se necesita. La habitación en la que me alojé era espaciosa y estaba bien decorada, con aire acondicionado y un baño moderno.

La ubicación es complicada y puede ser un desafío llegar.

Estancia agradable, ambiente tranquilino e empregados súper amables. A habitación bastante cómoda e ben equipada. O único que se complicaba era o acceso nas ruelas, pero ten as súas sorpresiñas. Desayuno rico e abundante, gustoume moito.